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Ninfomanía

Trastorno sexual que en la mujer se caracteriza por un deseo irrefrenable de realizar el acto sexual.

Las personas que tienen adicción al sexo son aquellas personas que necesitan relaciones constantes y nunca se quedan satisfechos. Sienten la necesidad de obtener una gratificación sexual constante.

Muchas veces la búsqueda de sexo puede ser una vía de escape para liberar tensiones como consecuencia de un vacío interior emocional.

Las personas que padecen de esta adicción no pueden ser fieles a sus parejas pudiendo llegar a tener contactos sexuales con varias personas a la vez y de varias formas, presencial, a través de teléfono, vídeo, películas pornográficas, y masturbándose con mucha frecuencia. Los adictos al sexo son insaciables.

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«El que teme sufrir sufre de temor. Proverbio chino.»

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Testimonios

N.L.

Cada vez que conocía a un chico tenía que tirármelo, aunque me propusiera no hacerlo acababa enrollándome con él y luego me sentía una mierda, me proponía no hacerlo más, volvía a hacerlo y así durante años. Cada vez me sentía peor y decidí intentar dejarlo con ayuda profesional. La encontré en Psicoveritas, lo que descubrí fue muy duro, pero mereció la pena.

J.R.

Tenía adición al sexo, era algo vergonzoso y conseguí dejarlo gracias a Psicoveritas. Ahora me siento otra persona.

D.U.

De pequeña me pegaban mucho y no encontraba a nadie que me defendiera, ni mi madre ni mis hermanos, que también me humillaban constantemente. Durante toda la infancia buscaba cariño desesperadamente en cualquiera y a partir de la adolescencia lo buscaba a través del sexo, la verdad es que no lo obtenía pero necesitaba intentarlo de nuevo, a ver si esta vez era algo diferente. Esta adicción al sexo me llevó a vivir situaciones muy extrañas y peligrosas, palizas vejaciones, etc. la última paliza me llevó al hospital y allí, ya con 30 años, decidí dejar de hacerlo porque eso me iba a costar la vida. Busqué en Internet, porque no quería hablarle a nadie de lo que hacía y encontré Psicoveritas. Me sorprendió el respeto y cariño con el que me trataron, supongo que es normal, pero para mí fue como un bálsamo en el corazón. Con EMDR trabajé todas mis situaciones familiares y el sexo dejó de ser algo tan enfermo dentro de mí.

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