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CÓMO AFECTA LA COCAÍNA AL CEREBRO – PSICOVERITAS

cocaína Hoy os queremos contar cómo afecta la cocaína al cerebro. A lo largo de los años el uso de sustancias psicoactivas se encuentra en todos los continentes, como un recurso para buscar la propia identidad, como medio de escape de la realidad. Además de como un potente mecanismo de socialización, de poder encajar en un grupo.

La droga se ha convertido en un producto de consumo multitudinario por su alta demanda. Aunque no se encuentre a plena vista en supermercados o tiendas, estas sustancias son fáciles de conseguir y se comercializan de manera habitual.

Según el Manual de adicciones de Becoña y Cortés (2016) el consumo continuo de estas sustancias genera una fuerte adicción, que a su vez va acompañada de conductas tales como dependencia del producto, tolerancia al consumo, síndrome de abstinencia, pérdida de control, además de causar graves problemas, tanto a corto como a largo plazo, en la propia salud del individuo que las consume y causar deterioro en el entorno que le rodea (familia, amigos, trabajo, etc.).

De todas las drogas que existen, hoy desde Psicoveritas, nos centramos en la cocaína y en cómo afecta su consumo al cerebro. 

¿Qué es la cocaína? 

La cocaína es una sustancia de tipo estimulante. Esta droga se extrae de las hojas de una planta conocida como “coca” y se puede tomar en forma de hojas masticadas (hojas de coca), polvos de clorhidrato de cocaína para esnifar o inyectarse, y en base (crack). 

Efectos

El consumo de esta sustancia psicoactiva produce un aumento de dopamina, neurotransmisor más afectado en la adicción. La estimulación del sistema dopaminérgico mesolímbico potencia la respuesta a los estímulos ambientales y estos se vuelven más atractivos y recompensadores.

Algunos de sus efectos más característicos a corto plazo son el aumento de energía y la sensación de felicidad extrema, alerta, grandiosidad, hipersexualidad, anorexia y agitación psicomotriz, entre otras. 

Síntomas

Al tratar de reducir o abandonar el uso de esta droga, aparecen síntomas de abstinencia como pueden ser depresión, incapacidad para experimentar el placer, pérdida de interés por actividades de ocio, abatimiento, aislamiento social, además de paranoias, alteraciones en la memoria y atención, y disfunción sexual.

cocaina

¿Qué ocurre en nuestro cerebro?

El consumo de cocaína produce cambios estructurales en el cerebro, reduciendo el volumen de determinadas regiones, y también funcionales, afectando a los procesos cognitivos y motivacionales.

  • Produce un deterioro en la corteza prefrontal, que es una de las partes más importantes del cerebro y la que te ayuda a organizar/orientar tu conducta para conseguir objetivos a largo plazo. 
  • Cuando se realizan actividades que agradan, el cerebro comienza a liberar químicos conocidos como neurotransmisores. Algunos de estos químicos pueden ser la dopamina y endorfinas, que son sustancias que proporcionan sensación de placer al cerebro. El consumo de cocaína también puede generar grandes cantidades de dopamina y endorfinas en el cerebro de forma artificial. Por lo tanto, su consumo estará otorgando al cerebro sensaciones placenteras mientras dure la sustancia. 

Otros efectos:

  • El núcleo estriado, que se encuentra en el centro del cerebro, es el encargado de asignar un valor motivacional a las cosas, por él decidimos qué nos gusta más y se compara el valor relacional con otras cosas que nos gusten menos (ejemplo: empezar a emocionarse en las horas previas de que empiece un partido de fútbol o entusiasmarse al ver una heladería y querer comprar un helado).
    Con el consumo de cocaína, este núcleo se especializa en todo lo que tiene que ver con los estímulos de consumo, se centra y habitúa a la sustancia y por tanto comienza a depreciar el valor motivacional que se tiene por otras cosas. Es decir, comienza a dejar de importar el valor de las amistades, de los helados, del fútbol, etc. ya que primará el acto de consumir.
  • La cocaína también afecta directamente al Sistema Límbico, encargado del control de las emociones y los impulsos. Este sistema trata de activar sus centros de recompensa (el placer) y evitar la activación de los centros de castigo.

Cuando se consume cocaína se liberan, en el núcleo accumbens (dentro del centro de recompensa), elevadas cantidades de dopamina y otras sustancias como endorfinas y encefalinas. Por lo tanto, la cocaína genera fuertes cambios en el Sistema Límbico.

Algunos dan lugar a una reducción progresiva de los efectos placenteros que produce el propio cerebro de forma natural y hacen que el individuo necesite consumir esta sustancia para lograr activar sus centros de recompensa. De esta forma, el consumidor volvería a conseguir esa sensación de placer al liberar dopamina, endorfinas y encefalinas.

Cocaína

Referencias: 

Becoña Iglesias, E., y Cortés Tomás, M. (2016). Manual de adicciones para psicólogos especialistas en psicología clínica en formación.

Cuerno Clavel, L. (2013). Uso y abuso de sustancias psicoactivas: Cultura y sociedad. Revista Policía Y Seguridad Pública, 2, 65-111.


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