Siempre es difícil aceptar la muerte de un ser querido, independientemente de cómo se haya producido. Es algo que puede suceder en cualquier momento pero al mismo tiempo es algo para lo que nunca estamos preparados. Por esto, la adaptación emocional a la pérdida e s un proceso complejo que nos lleva a atravesar un proceso de cicatrización emocional.
Este proceso de adaptación emocional es conocido como duelo y afecta a nuestra salud física y mental, cómo nos afecta y algunos consejos para poder afrontarlo a continuación.
¿Qué es el duelo?
De acuerdo con la Academia Americana de Médicos de Familia, el duelo es la respuesta normal y saludable de una persona ante una pérdida de algo o alguien importante para ella.
Por definición, la pérdida de cualquier objeto de apego provoca un duelo y aunque el duelo por muerte es el tipo más relevante por la potencia con que afecta a la mayor parte de las personas que lo sufren, las personas también pueden pasar por duelos ante otras pérdidas como una ruptura de pareja, abandonar el lugar donde nacieron, ser despedidas del trabajo o perder la movilidad en una parte del cuerpo.
¿Cómo afecta el duelo?
El duelo es un proceso psicológico de adaptación emocional ante la pérdida de algo o alguien querido y valioso. Debemos tener en cuenta que el dolor que cada persona sufre será diferente y que el proceso, es una experiencia compleja que abarca muchos síntomas emocionales. A continuación, concretamos los principales factores fisiológicos, cognitivos y comportamentales que engloba el duelo:
– Síntomas emocionales: las personas que atraviesan un proceso de duelo pueden sentir ira, ansiedad, rabia, incredulidad, depresión, miedo, culpa, soledad, alivio, tristeza, conmoción, miedo, etc.
– Síntomas cognitivos: es normal que se sienta incredulidad ante la situación, preocupación perdida. También es común sentir culpa y tener falta de atención o confusión. Ver a la persona que ha muerto, pensar que no se va a salir adelante, etc.
–Factores fisiológicos: irritabilidad, entumecimiento, diferentes dolores corporales, sensación de vacío, confusión, mareos, somnolencia, problemas para dormir. etc.
–Factores comportamentales: Llanto, hiperactividad, mal humor, falta de energía, pérdida de interés en actividades agradables, inquietud, dormir mucho, comportamientos obsesivos, evadirse a través de sustancias tóxicas/redes sociales/trabajo/viajes… aislarse, etc.
¿Cuáles son las etapas del duelo?
La teoría de las 5 fases del duelo de la psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross es un modelo psicológico donde se explica que las personas pasan por cinco fases, mayor o menor grado, siempre que sufren una pérdida.
Estos cinco estadios son la negación, la ira, la negociación, la depresión y la aceptación, que podemos recordar fácilmente como NINDA.
- Negación
Se produce justo después de la pérdida, con frecuencia aparejada a un estado de shock o embotamiento emocional e incluso cognitivo. Se produce un choque con la realidad que cuesta creer. Esta etapa tiene una duración muy variable en función de las circunstancias de cada persona por lo que puede durar desde horas hasta semanas o incluso meses.
- Ira
Una vez termina la fase de negación, empiezan a surgir sentimientos de frustración e impotencia con respecto a la propia capacidad de modificar las consecuencias de la pérdida. Es aquí cuando aparecen sentimientos de enfado e ira.
La persona busca atribuir factores o personas culpables de la pérdida, en ocasiones, incluso se culpan a ellos mismos. Se pasa por una situación de montaña rusa emocional, proyectando la ira sin encontrar alivio ni solución.
- Negociación
En esta fase de negociación la persona tiene pensamientos y esperanzas de que nada cambie y tiene el deseo de revertir la situación de alguna manera.
Se dice que las personas negocian porque buscan la manera de cambiar la realidad. Durante esta etapa hay personas que buscan respuestas en entidades sobrenaturales o divinas.
- Depresión
En este periodo se empieza a asumir de forma definitiva la realidad de la pérdida, y ello genera sentimientos de tristeza y desesperanza. En esta etapa podemos sentir que la vida deja de tener sentido para nosotros, al menos durante un tiempo y no se encuentra consuelo. Además, es posible que esta etapa vaya acompañada de otros síntomas típicos de los estados depresivos, como el aislamiento o la falta de motivación.
- Aceptación
En la última fase de aceptación llega un cierto estado de calma asociado cuando la persona asimila que la muerte y otras pérdidas son fenómenos naturales en la vida humana. Se asume la inevitabilidad de la pérdida, y por tanto del proceso de duelo.
En esta etapa se empieza a levantar cabeza y se aprende a sobrellevar esa pérdida y a vivir con ella sin que duela tanto. Se ve la situación desde otra perspectiva y se empieza a reorganizar la situación mental y vital.
¿Cómo afrontar el duelo?
Tanto las reacciones emocionales como las etapas del duelo son algo completamente normal tras la pérdida de un ser querido pero no todas las personas experimentan todas las reacciones , ni en el mismo orden. Esto mismo sucede con las etapas, siendo muy común que una persona que atraviesa un duelo, retroceda de etapa una o varias veces durante el proceso.
La intensidad y el tiempo de este proceso de duelo serán diferentes en función de cada persona y de sus circunstancias.
Consejos para sobrellevar la muerte
- Dar tiempo
El tiempo puede básico cuando se está afrontando un duelo. Habrá quién necesite más o menos tiempo, pero darse ese tiempo es fundamental para superar el proceso. Es algo normal y sano que la persona que ha sufrido la pérdida esté un tiempo triste, llorando o manifestando su dolor. Simplemente no hay que forzar la recuperación, sino esperar el tiempo necesario.
- Expresar lo que sentimos
Hablar de la situación nos ayuda a gestionar el proceso. Sentimientos de rabia, ansiedad, pena o ganas de llorar son emociones normales y hemos de vivirlas, el desahogarnos nos ayudará a avanzar en las etapas del proceso e ir poco a poco aceptando la situación. Sería recomendable y de ayuda ser acompañado por un psicólogo profesional durante este duro proceso y necesario acudir si el proceso de duelo dura más de lo normal.
- Aceptar el duelo
Hay que asumir que la pérdida es algo que ha ocurrido de forma inevitable y que vamos a experimentar un torrente de emociones. Si desde el inicio aceptamos esa pérdida como algo que forma parte de la vida, será mucho más fácil atravesar el proceso.
- No olvidar que la vida continua
Aunque perder a alguien puede ser algo tan doloroso que paralice nuestras vidas y frene nuestras ganas, debemos saber que la vida continua y otras personas nos necesitan. Pensar que la persona que ya no está querría lo mejor para nosotros, es algo que puede darnos fuerza para no dejarnos caer. Saber ver y valorar otras cosas positivas que tenemos , puede ser una buena motivación para seguir adelante.
- Cuidar nuestro hábitos
Mantener una buena alimentación, higiene, practicar algo de deporte y dormir lo suficiente son hábitos saludables que mejoran nuestro bienestar general. No descuidar nuestra salud y el físico en el día a día nos dará fortaleza para recuperarnos.
- Busca tu red de apoyo
Cuenta con tus familiares y amigos para que te acompañen en las etapas de este proceso. Somos seres sociales y compartir las situaciones complicadas y apoyarnos en otros durante ellas nos hará sentirnos mejor con nosotros mismos. No dudes en pedir ayuda y consuelo a las personas que te quieren, estarán encantados de ayudarte.
- Busca ayuda profesional
Buscar ayuda profesional puede ser algo indispensable. La terapia psicológica se personaliza ajustándose a cada persona, al tipo de pérdida y a otros factores para orientarnos y ayudarnos durante el proceso de duelo.
https://youtu.be/_R2A8Rb8GFc
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