La estimulación temprana se da en bebés de 0 a 3 años, y consiste en proporcionar estímulos que fomenten su desarrollo a través de ejercicios y juegos.
A continuación, describimos con detalle las áreas del desarrollo que podemos estimular:
- Área de psicomotricidad: consiste en estimular los músculos del cuerpo para mejorar su control. Dividimos la motricidad en gruesa- andar, fomentar la coordinación… y fina- utilizar los dedos para actividades que requieren precisión como sujetar un lápiz, colorear, utilizar el punzón…
- Cognitiva: se estimula su capacidad para resolver aquellos problemas que pueda encontrar en los primeros años de vida, así como estimular el desarrollo del razonamiento y la lógica, y la imaginación y la creatividad.
- Área del lenguaje: supone estimular la comunicación del bebé a través de sonidos y gestos, para llegar al desarrollo del lenguaje con palabras, trabajando las habilidades de comprensión y expresión.
- Sensorial: a través de la estimulación de los cinco sentidos para despertar la curiosidad, la sensibilidad sensorial y favorecer la discriminación entre estímulos (distintos sonidos, sabores, olores…).
- Emocional: se trabaja para mejorar el vínculo afectivo entre el bebé y los padres y la regulación de emociones básicas como el enfado y la alegría.
Encontramos numerosos beneficios en la estimulación temprana:
- Mayor plasticidad cerebral
- Mejor desarrollo del lenguaje
- Aumento de la autonomía
- Avance en el desarrollo psicomotor
- Despertar de la curiosidad y observación
- Seguridad en el vínculo afectivo con los padres… Además, nos puede ayudar a detectar algunos trastornos del desarrollo.
Podemos realizar distintos ejercicios con nuestro bebé en casa que fomenten su desarrollo. La mayoría de estos ejercicios son juegos y propuestas divertidas a través de las que se estimula el desarrollo del bebé.
Los ejercicios deberán adecuarse a su nivel y edad, así como suponerle un reto asequible, es decir, que sean novedosos y supongan un desafío, pero que sea capaz de realizarlos.
Podemos llevarlos a cabo dos o tres veces por semana durante 40-50 minutos. Es recomendable realizar menos ejercicios pero que estos sean efectivos, antes que llegar a la sobrecarga y su consecuente frustración.
Os proponemos quince ejercicios de estimulación temprana que podéis llevar a cabo en casa.
- Señalar un objeto y llamarlo por su nombre (lenguaje).
- Leer un cuento adaptado a su edad (lenguaje).
- Comunicarte con gestos sencillos que pueda imitar como el saludo con la mano o lanzar un beso (lenguaje).
- Jugar con distintas texturas, mantas suaves, papeles rugosos… (sensorial).
- Probar nuevos sabores, por ejemplo, un limón para el sabor ácido (sensorial).
- Masajear el cuerpo y la cabeza de tu bebé (sensorial).
- Moldear plastilina (psicomotricidad fina y sensorial).
- Guardar bolas en una caja según su color (psicomotricidad fina, sensorial y cognición).
- Andar de un punto a otro (psicomotricidad gruesa).
- Señalar las partes del cuerpo, llamarlas por su nombre, y preguntar dónde están las suyas: “¿Dónde está tu nariz?” (psicomotricidad gruesa y cognitiva).
- Encajar piezas según su forma (psicomotricidad fina y cognitiva).
- Construir castillos o torres con piezas lego (psicomotricidad fina y cognitiva).
- Poner nombre a nuestras emociones, por ejemplo, decirle lo contento que estamos por algo que ha pasado (emocional).
- Poner nombre a sus emociones, por ejemplo, poner en voz alta lo enfadado que está por algo que ha pasado (emocional).
- Celebrar el éxito de un reto conseguido y permitir la frustración cuando no se alcanza (emocional).