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Una investigación de la Universidad de Harvad (Estados Unidos) ha buscado la respuesta a esta pregunta durante más de 76 años. Es el estudio más prolongado sobre la felicidad y comenzó en 1938 con 700 hombres. Los acompañó a lo largo de su vida y fue añadiendo más personas, tomando datos sobre su estado mental, físico y emocional.

Ha habido varios directores del estudio y actualmente el psiquiatra Robert Waldinger es el que realiza esta labor. El año pasado ofreció una charla en BBC Mundo donde explicaba que habían obtenido muchas conclusiones, pero la fundamental es que «lo importante para mantenernos felices y saludables a lo largo de la vida es la calidad de nuestras relaciones«.

Llegar a esta sencilla conclusión ha llevado un trabajo complejo con grabaciones de los participantes, análisis médicos y entrevistas, entre otros registros. De la charla de Waldinger podemos extraer varios mensajes:

1. Las conexiones sociales nos hacen bien mientras la soledad es tóxica. Las personas más aisladas de lo que quisieran de otras personas son menos felices y más susceptibles de tener recaídas en la salud. Las personas con más vínculos sociales con la familia, amigos y la comunidad son más felices que las que tienen pocos.

2. No tiene que ver con la cantidad de amigos que tenemos, ni tampoco con que estemos en una relación, ya que hay personas que pueden sentirse muy solos en una multitud o en su matrimonio. Lo que más importa es la calidad de las relaciones cercanas que tenemos. Vivir en medio de una situación conflictiva es perjudicial para la salud mientras que vivir en relaciones buenas y cálidas nos dan protección.

A medida que envejecemos las relaciones cercanas amortiguan algunos achaques. También encontraron que las parejas felices informaron que a los 80 años sentían dolor físico pero seguían de buen humor. Cuando estamos en relaciones infelices el dolor físico se magnifica debido al dolor emocional.

3. Las buenas relaciones no solo protegen el cuerpo sino también el cerebro. Tener una relación de apego seguro con otra persona a los 80 años da protección. Cuando una persona tiene una relación en la que siente que puede contar con otra, los recuerdos permanecen nítidos más tiempo. Por el contrario, pierden la memoria antes las personas que sienten que no pueden contar con otras.

Como el mismo Waldinger afirma, si sabemos desde siempre que las relaciones buenas y estrechas son buenas para la salud y el bienestar. ¿Por qué nos cuesta tanto entenderlo y es tan fácil de ignorar?

Cuando somos jóvenes creemos que seremos más felices cuanto más dinero o fama tengamos, sin embargo, a medida que pasan los años y echamos la vista atrás nos damos cuenta de que la verdadera felicidad está en las relaciones.

Waldinger cierra su charla con una frase de Mark Twain que dejamos para la reflexión personal: «No hay tiempo, muy breve es la vida para disculpas, disputas, animosidades, pedidos de cuentas. Solo hay tiempo para amar y solo un instante por así decirlo para eso».

Deseamos que esta lectura os haga un poco más felices. Y recordad que ser feliz es una elección ya que podemos construir nuestra felicidad.

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