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En este post, os vamos a hablar del mutismo selectivo.

El mutismo selectivo es un trastorno de ansiedad propio de la etapa infantil.

Este trastorno tiene lugar cuando el niño tiene la capacidad del habla totalmente desarrollada y preservada.

Pero es incapaz de hablar en ciertas situaciones sociales donde se espera que hable (por ejemplo, la escuela) o ante determinadas personas, siendo capaz de expresarse sin ningún problema en otros contextos como su propio hogar.

Al contrario de lo que se piensa, el mutismo selectivo no es timidez extrema, no es intencional, ni un capricho o una falta de educación por parte del niño.

Ni tampoco presentan problemas para articular palabras o comprender el lenguaje.

Quiere comunicarse, pero no puede.

Al contrario, a menudo el niño quiere comunicarse, pero no puede, así que suele recurrir a otras estrategias para comunicarse como pueden ser la escritura o gestos.

El mutismo selectivo es un trastorno muy limitante, que puede interferir negativamente en la vida del niño, especialmente en su vida social y en el rendimiento escolar, reflejándose en sus resultados académicos.

Además, puede tener importantes consecuencias en su desarrollo posterior manifestándose en timidez, inseguridad, baja autoestima, dificultades sociales, etc.

En caso de que tu hijo o hija esté sufriendo este trastorno, desde Psicoveritas os damos las siguientes pautas o consejos:

  • No reñirle ni castigarle. Recuerda que no es una conducta intencionada.

 

  • Evitar los estilos educativos muy estrictos y demasiado exigentes.

 

  • Tener paciencia. No hay que presionarle ni obligarle o forzarle a hablar ya que esto sólo incrementará su ansiedad y empeorará el mutismo. Por tanto, no amenazarle ni castigarle por no hablar.

 

  • Evitar la sobreprotección. Ni hay que limitar al niño ni hay que ignorar el problema creyendo que se solucionará sólo.

 

  • Crear un entorno donde se sienta seguro, comprendido, querido y aceptado.

Habla con tu hijo (y con familiares o personas cercanas que interactúen con el niño) sobre qué es el mutismo selectivo y cómo comunicarse con él.

 

  • Para ello hay que enseñar y trabajar con el niño algún método alternativo de comunicación con el que se sienta cómodo como pueden ser la escritura, algunos gestos o signos, tarjetas visuales, etc.

 

  • Potenciar y reforzar cada logro del menor, como el participar en actividades extraescolares, deportivas, sociales, etc.

 

  • Programar actividades en familia, especialmente físicas como deporte, que permitan al niño descargar tensiones y liberar ansiedad.

 

  • Mantener en todo momento una comunicación directa y transparente con la escuela (y con otros profesionales implicados) para coordinar y acordar medidas.

Estas son algunos pequeños consejos que os proponemos desde Psicoveritas.

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