Vida privada

Hoy, en Psicopelis, os traemos:

«Vida privada»

Una película relacionada con el mundo de la adopción, pero esta vez poniendo el foco en el camino hasta llegar a ella. Un camino muchas veces plagado de tristeza, frustración, estrés, decepción… en definitiva, toda una revolución emocional.  

Este drama estadounidense se centra en la infertilidad, retratando los procesos (pinchazos, pastillas, mareos, angustias) tan difíciles y costosos a los que se someten, en este caso, el matrimonio formado por Rachel y Richard. Como Centro especialista en adopción esta película nos parece sumamente didáctica porque muestra con gran sensibilidad la realidad con la que nos encontramos en muchas ocasiones.

Plasma con claridad la desesperación después de diferentes tratamientos, el estrés de ver que nada de lo que hacen funciona, las inyecciones, la incomprensión de los demás, los habituales interrogatorios y cursillos de ética. Una frustración que hace peligrar su matrimonio. Todo en conjunto se va tornando insoportable, sumado a la incertidumbre de que al final vaya a cumplirse su deseo de ser padres. Es más, tras el sinfín de tratamientos y las inevitables decepciones, llega el largo proceso de adopción al que en muchas ocasiones se llega extenuado y vapuleado. 

La película describe este desgaste tanto físico como emocional, tornándose varias veces incluso incómoda. Sin embargo, los toques de humor la convierten en un reflejo empático de los sacrificios en la búsqueda de ser padre y/o madre. 

Vida privada retrata la infertilidad como el complejo extenuante que es en realidad, las crecientes heridas que van sufriendo y que en muchas ocasiones siguen abiertas cuando comienza el proceso de adopción. Nos hace testigos de lo difícil y costoso de los procesos de reproducción asistida, de los que muchas veces el entorno familiar y personal no tiene ni la menor idea. Los dilemas morales y las contradicciones íntimas se suceden a lo largo del proceso, narrando la angustia de los que no pueden tener hijos de forma natural.

Lo que hace de Vida privada una muy buena película es la sensibilidad que tiene para capturar los complejos estados emocionales de la pareja. Plantea nuevas formas y significados del término familia, sorteando los dilemas éticos que implican estas opciones en muchas ocasiones. Se trata de un retrato humano, lleno de contradicciones y de relaciones complejas, de la tristeza, del miedo y de las esperanzas frustradas ante la imposibilidad de ser padres, todo ello descrito con profundidad y con un toque de humor, que siempre ayuda.

Como siempre, esperamos que os guste nuestra propuesta y deseamos escuchar vuestros comentarios.  

 

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