Depresión
¿Qué es la depresión?
La depresión es un trastorno que afecta al estado de ánimo de manera persistente. La depresión genera tristeza en la persona que la padece, acompañada de pérdida de interés por actividades que les generaban bienestar, aunque los síntomas pueden cambiar en función de algunas variables como sexo o edad.
Es el trastorno mental que mayor número de personas afecta a nivel mundial, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) un 5% de los adultos sufren depresión, aproximadamente 280 millones de personas, convirtiéndo así la depresión en la principal causa de discapacidad a nivel mundial. Esto se ha visto afectado por la pandemia por COVID-19, pues estimaciones iniciales indican un aumento entre 26 y 28% en los casos de depresión grave.
La depresión es un trastorno que puede llevar a la persona que lo padece al suicidio, el cual es la primera causa de muerte no natural en los jóvenes, superando a los accidentes de tráfico. entre 700.000 y un millón de personas al año se suicidan.
¿Cuáles son los síntomas de la depresión?
En momentos difíciles de la vida de una persona puede llegar a preguntarse: ¿cómo puedo saber si tengo depresión? A continuación, te detallamos algunas pistas que te ayudarán a entender qué puede presentar un cuadro depresivo:
– Bajo estado de ánimo deprimido: tristeza, irritabilidad, sensación de vacío, estado de desesperanza continuada, etc.
– Embotamiento afectivo, ausencia de sentimientos frente a estímulos que aparentemente deberían generarlos.
– Pérdida del disfrute o incluso del interés por actividades de su día a día, que en otras ocasiones hacían sentir bienestar.
– Pérdida de motivación.
– Aislamiento social, descuidando así su aspecto personal, las relaciones sociales y/u obligaciones profesionales.
– Dificultades en la concentración, acompañado de un enlentecimiento del razonamiento, el habla, toma de decisiones…incluso de los movimientos corporales. Esto puede ocasionar problemas de memoria o cambios de humor.
– Sentimiento de culpa o de pérdida de utilidad. Focalización en los errores, acompañado de autorreproches.
– Baja autoestima.
– Continuos pensamientos y/o sentimientos referentes a la muerte.
– Intentos de suicidio.
– Alteración del sueño, tanto por exceso (hipersomnia) como por defecto (hiposomnia).
– Alteración de la alimentación: falta de apetito y adelgazamiento, o ingesta excesiva de comida por ansiedad y aumento de peso.
– Falta de energía o sensación continua de cansancio.
– Frecuentes ganas de llorar, o llanto, sin aparente motivo.
– Ansiedad, irritabilidad y sentimientos de frustración.
– Dolores físicos sin explicación aparente.
Para las personas que padecen depresión, los síntomas descritos generan una interferencia en el desarrollo de su día a día (trabajo, escuela, vida social/familiar…).
Los signos y síntomas frecuentes de depresión en los niños y adolescentes son similares a aquellos en los adultos, pero puede haber algunas diferencias. Las detallamos a continuación:
Depresión en los niños
- Tristeza.
- irritabilidad.
- Problemas de apego.
- Preocupaciones.
- Dolores sin causa orgánica.
- Negarse a ir a la escuela,
- Problemas de apetito
- Problemas de sueño
- Pérdida de interés en el juego y en actividades lúdicas.
Depresión en los adolescentes
- Estado de ánimo deprimido, tristeza,
- Interacción social y familiar disminuidas.
- Deseo continuo de estar sólo y no ser molestado, irritabilidad, ira.
- Baja autoestima, sentirse negativo e inútil.
- Bajo rendimiento o poca asistencia a la escuela.
- Sentirse incomprendido y extremadamente sensible.
- Consumir drogas de uso recreativo o alcohol.
- Comer o dormir demasiado o muy poco,
- Autolesionarse.
- Evitación de actividades lúdicas. Perder el interés por las actividades habituales y evitar la interacción social.
- Problemas de atención y dificultad de concentración.
- Pérdida o ausencia de energía.
- Agitación motora o enlentecimiento.
- Ausencia de motivación.
- Pensamientos recurrentes de muerte.
- Actividades destructivas o autodestructivas.
Tipos de depresión
Episodio depresivo mayor/menor: puede estar presente todo tipo de síntomas característico de la depresión.
Depresión subclínica: no aparecen síntomas que afectan al estado de ánimo, pero sí otros como la ansiedad, pérdida de apetito, alteraciones del sueño…
Depresión enmascarada o «somatizada»: no se expresan los síntomas emocionales, predominando los síntomas que afectan al estado físico, como dolores, mareos, cefaleas…
Depresión con síntomas psicóticos: a los síntomas depresivos los acompañan ideas delirantes, consonantes con el estado de ánimo.
Trastorno bipolar: se alternan episodios depresivos con estados de exaltación del estado de ánimo (euforia, hiperactividad, impulsividad…).
Trastorno distímico o depresión crónica: donde los síntomas aparecen intermitentemente durante años, pero su desaparición no supera los 2 meses.
Trastorno adaptativo con estado de ánimo depresivo: los síntomas referentes al estado de ánimo depresivo aparecen en respuestas a una situación estresante sucedida en los 3 meses anteriores a la aparición de los mismos.
Depresión postparto: síntomas depresivos tras dar a luz, pudiendo aparecer hasta el año después del parto. Habitualmente aparece durante los 3 primeros meses.
Causas de la depresión
Podemos encontrar diferentes factores, algunos de ellos pueden ser enfermedades de origen orgánico, pero lo que podemos tener claro es que lo que produce la depresión es una relación de factores, como, por ejemplo: biológicos, psicosociales y de la personalidad.
- Química cerebral: los neurotransmisores encargados de la estabilidad del estado de ánimo, pueden estar alterados, así como los circuitos involucrados en dicho proceso.
- Desequilibrio hormonal: habitual durante y tras el embarazo, en problemas tiroideos, o la menopausia, por ejemplo.
- Antecedentes familiares: en personas con familiares que padecen depresión es más frecuente la aparición de este trastorno. Se investiga la existencia de genes responsables.
- Trauma: situaciones que generan una respuesta fisiológica, emocional y psicológica intensas.
- Neuroanatomía: la depresión se asocia con una menor actividad del lóbulo frontal.
- Afecciones médicas: enfermedades o dolores crónicos, insomnio, etc.
- Drogas: el aumento de este tipo de sustancias aumenta el riesgo de padecer depresión.
Cómo podemos tratar la depresión.
Desde Psicoveritas tratamos la depresión desde diferentes enfoques, adaptándonos en todo momento a las necesidades del paciente y al tratamiento más adecuado para él/ella.
Uno de ellos es lo que se conoce como EMDR, de sus siglas en inglés, Desensibilización y Reprocesamiento mediante Movimientos Oculares. De esta manera trabajamos con experiencias que no se han asimilado de manera adecuada por parte del paciente, es decir, no se han procesado de manera correcta. A través del EMDR activamos ese mecanismo de procesamiento emocional, cognitivo, físico y verbal, para reintegrar dicho evento perturbador.
Además, desde un enfoque más neurofisiológico, contamos con el neurofeedback y la estimulación transcraneal. Con estas técnicas trabajamos directamente con el área cerebral que se encuentra afectada, y que provoca los síntomas depresivos.
- Por un lado, el neurofeedback es un entrenamiento del cerebro para que sea capaz de regular sus ondas cerebrales a las que resultan más adecuadas para su sexo, edad y localización cerebral sobre la que se trabaje.
- Por otro lado, la estimulación transcraneal nos permite, a través de una corriente continua, estimular el área cerebral deseado, para que sus ondas cerebrales se adecúen a lo que correspondería por su sexo y edad.
«En gran parte, tú construiste tu depresión. No te fue dada. Por tanto, tu la puedes deconstruir» – Albert Ellis