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Apoyo en casos de infertilidad

La infertilidad es un duro golpe para las personas que desean tener hijos, normalmente nadie piensa que no podrá hacerlo, pues lo normal es tener hijos como vemos continuamente a nuestro alrededor, por eso cuando ocurre, uno siente que la vida le ha dado un bofetón inesperado, que le deja bastante dolorido y fuera de juego.

Una vez que más o menos se ha aceptado que los hijos no vienen de forma natural, se consulta a los especialistas para ver qué pasa. En algunos casos, mediante un tratamiento médico se consigue el embarazo, pero ello conlleva que esos tratamientos sean muy agresivos para la mujer, y durante el tiempo que dura dicho tratamiento, su cuerpo y su estado emocional se alteren de forma visible.

Pero en otros casos, a pesar de las intervenciones médicas, la infertilidad sigue presente, los hijos no vienen y el estado emocional de la mujer se deteriora. Muchas de ellas lo ocultan porque se sienten culpables y avergonzadas, algunas refieren que cuando eran adolescentes llevaban los pantalones muy estrechos, o que se fumaron un porro, buscando un motivo que justifique su infertilidad.

Para poder superar este sufrimiento es necesario que lo saquen, que hablen de ello para que poco a poco entiendan que no es culpa suya y que no son “bichos raros”, simplemente hay algo en su naturaleza que impide la concepción de hijos.

Si llevas mucho tiempo dándole vueltas a la infertilidad, si a pesar del paso del tiempo el malestar sigue instalado en ti, consulta con los profesionales de Psicoveritas que te pueden ayudar.

Las dificultades preparan a personas comunes para destinos extraordinarios. C.S. Lewis

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J.O.

Me sentía muy mal porque no podía tener hijos, estaba hundida, pero con el apoyo recibido en psicoveritas pude aceptarlo y considerar otras opciones. Ellos me asesoraron y ayudaron de una forma muy cercana y profesional a elegir otras alternativas por las que gracias a Dios he podido ser madre y me siento inmensamente feliz.

Y.L.

Después de un año casados nos pusimos manos a la obra con muchísima ilusión con la intención de ser padres. Tras 3 años de interminable espera decidimos hacernos las pruebas de infertilidad y nos encontramos con que mi marido es estéril. Esto ha supuesto un golpe muy duro para ambos que ha tambaleado seriamente nuestra relación. Él se sentía poco hombre porque no podía tener hijos y yo me sentía totalmente impotente, frustrada y furiosa con él pero no podía expresárselo. Veía que nuestra relación se iba a pique y me costó muchísimo llevarle a Psicoveritas. Allí empezamos una terapia de pareja donde a él le pudieron ayudar a sentirse mejor y entender que su virilidad no se veía mermada por su infertilidad y a mí me ayudaron a poder expresar mis frustraciones y mis fuertes deseos por quedarme embarazada. Nuestra intención de ser padres seguía estando latente por lo que nos asesoraron sobre otras posibilidades. Finalmente, mi marido aceptó que me quedara embaraza por donación de esperma comprendiendo que no era menos hombre ni peor padre por ello. Ahora somos una familia feliz.

M.B.

Mi pareja y yo llevábamos años intentándolo, pero no había forma de quedarme embarazada a pesar de que todas las pruebas médicas daban bien. Empezamos a plantearnos otras opciones y buscamos un centro especializado en adopción para ayudarnos. Allí Montse Lapastora nos sugirió que, puesto que no había ningún problema orgánico, que empezáramos una terapia con EMDR. El estrés laboral de mi marido no estaba ayudando pero mi pánico inconsciente a ser madre (o más bien mala madre) era lo que en realidad no me estaba permitiendo psicológicamente quedarme embarazada. Tras unos pocos meses de tratamiento pude trabajar mis miedos y finalmente estoy embarazada de una niña.
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