Embarazo y Psicología perinatal, todo lo que rodea al parto.
La psicología perinatal hace referencia a todo lo que rodea el nacimiento, es decir, el embarazo, el parto y el postparto. Hoy en día se tiene muy en cuenta todo este periodo, que también se llama periodo primal, por la gran importancia y repercusión que tiene en el futuro desarrollo del bebé.
A algunas mujeres les surgen miedos en uno o varios momentos de este periodo primal, pueden surgirles temores en el embarazo, en el parto o temer el postparto por la repercusión que saben tiene en su bebé. Es importante tener formación sobre lo que es un embarazo y parto normal y saber diferenciar cuándo algo no va bien. También es muy aconsejable que los padres y madres conozcan qué es lo mejor para su hijo en todo momento, pero sobre todo en los primeros años de su crianza.
En la actualidad hay muchas teorías sobre cómo criar al bebé, pero algunas de ellas, aunque todavía las defienden algunos autores son perjudiciales para el bebé, como las que aconsejan dejar llorar al bebé para que se acostumbre a dormir solo o no cogerle en brazos para que no se acostumbre. Sin embargo, hay teorías mucho más beneficiosas para la mamá y el bebé cuya filosofía es mucho más respetuosa para ambos. Hoy se sabe que el bebé necesita estar el mayor tiempo posible con su madre, que el practicar colecho o dormir en la cama de los padres les ayuda a regularse y mejorar el vínculo, etc.
Durante el embarazo, en Psicoveritas te ayudaremos a pasar este periodo de forma segura, nuestra filosofía sobre este periodo primal es respetuosa, creemos que la naturaleza y las madres deben seguir un poco sus instintos y su corazón, cuando un niño llora es porque necesita algo, comida, agua, tiene miedo, le duele algo o simplemente necesita estar cerca de su madre, necesidad básica que se debe satisfacer para el bienestar presente y futuro del bebé.
Si necesitas orientación o resolver tus dudas sobre cualquiera de estos periodos, embarazo, parto o postparto, nosotros te ayudamos a resolverlos.
Embarazo y Psicología Perinatal
Ansiedad en el embarazo
Sensación de peligro indefinido que no somos capaces de concretar y que cursa durante el embarazo debido a los cambios vitales y fisiológicos que implica.
Ansiedad en el embarazo
Durante el embarazo, principalmente las madres primerizas temen que algo salga mal, o que el bebé no esté sano, pero esto es normal, no hay mujer embarazada que no haya tenido algún pensamiento de este tipo, pero si la preocupación es excesiva, si surge ansiedad que deteriora la calidad de la vida cotidiana, sería bueno consultar a un profesional para poder calmarse.
La ansiedad puede provocar la secreción de la hormona del estrés y esta pasar al bebé. Por esto sería necesario calmar a la madre con psicoeducación para que se tranquilice.
Esto en los casos en los que no haya nada que haga sospechar que el embarazo tenga algún riesgo.
Si hubiera ocurrido un aborto anterior o pérdida de embarazo, sería normal que apareciera el temor de que se volviera a producir la pérdida, por lo que en este caso sería primordial acudir a un profesional de la psicología para acompañar psicológicamente ese embarazo.
Miedo al parto
Persistente, anormal e injustificado miedo a dar a luz.
Miedo al parto
Muchas mujeres han oído hablar y narrar historias sobre partos a sus madres, abuelas u otras mujeres de su entorno que muchas veces están sobredimensionadas, igual que en los medios de comunicación, cuando sale una mujer pariendo y parece que la están torturando. Este tipo de situaciones fomentan el miedo al parto, que en definitiva es el miedo al dolor y al sufrimiento y a no poder controlarlo. Sin embargo el parto puede ser una experiencia maravillosa si se hace acompañada de profesionales respetuosos, que sigan el ritmo del parto y de la madre.
Es normal tener cierto miedo ante algo desconocido, como puede ser el primer parto, pero si este miedo es exagerado, no te deja dormir, pasas tu embarazo pensando continuamente en la terrible llegada del parto, deberías consultar a un profesional que te ayude a disminuirlo para que puedas vivir el parto como una de las mejores experiencias de tu vida.
Depresión postparto
Trastorno del estado de ánimo que puede afectar a las mujeres después de dar a luz. Las madres que padecen depresión posparto tienen sentimientos de extrema tristeza, ansiedad y cansancio.
Depresión postparto
El bajo estado de ánimo o depresión postparto, es un estado que les ocurre a algunas mujeres nada más dar a luz a su hijo. La tristeza extrema, unida a ansiedad y agotamiento físico, les impide cuidar a su hijo de forma adecuada.
No tiene la misma profundidad en todas las mujeres y puede durar entre 6 y 8 semanas.
Puede estar causada por depresión o ansiedad durante el embarazo, porque el parto haya sido muy traumático, por tener un bebé prematuro, o porque el bebé haya necesitado ingresar en cuidados intensivos. También una pérdida reciente de algún familiar o ser querido en los días anteriores o posteriores al parto.
Superar un parto traumático
Resolver los problemas psicológicos y emocionales derivados de un parto con dificultades que se manifiestan de forma comportamental, emocional o psicológico.
Superar un parto traumático
Es difícil definir lo que es un mal parto porque eso dependerá de lo que cada mujer considere, pero si se puede decir que un mal parto puede estar determinado por una serie de factores que intervienen en él, como pueden ser:
- Falta de atención a la parturienta: ella siente que no se la atendió de forma adecuada cuando estaba dilatando o pariendo.
- Muchas horas en el periodo de dilatación.
- Utilización de forceps o cualquier otro instrumento.
- Episiotomía, (abertura que se practica para que el bebé salga con más facilidad).
Todo esto hará que la mujer viva el parto de forma hostil, sienta que ha perdido el control en todo momento de su cuerpo, y la sensación y el recuerdo que le queda de su parto es la de un mal parto.
Esto puede hacer que a las mujeres que han tenido un mal parto, les quede mucho miedo a la hora de volver a parir, pueden sentir que fue culpa suya por no haberlo hecho bien. A esto se suma la crítica u opiniones de su entorno que le dicen “no te preocupes, ya verás como todo sale bien” Pero eso no hace que no se preocupe, lo que hará será no hablar de su mal parto porque se siente incomprendida, pero ella seguirá dándole vueltas en su cabeza sin que el miedo desaparezca.
En Psicoveritas te podemos ayudar a solventar este miedo y las connotaciones negativas que tienes asociadas a tu mal parto anterior. Con la Técnica EMDR ese miedo desaparecerá y podrás volver a parir mucho más preparada y sin esa angustia constante.
Superar un aborto
Resolución de los conflictos psicológicos y emocionales debidos a la pérdida de un embrión en periodo de gestación.
Superar un aborto
- Porque son muy jóvenes y no se sienten con la fuerza para suficiente para sacar un hijo adelante.
- Porque son adolescentes y no cuentan con el apoyo familiar
- Porque el bebé no viene bien.
El que hayan decidido abortar por la razón que sea, no quiere decir que no se sientan mal por haberlo hecho, algunas mujeres pueden pasar página en seguida y considerarlo como un episodio desagradable de su vida, pero otras, la mayoría, no se sienten bien, se autoacusan con pensamientos como “Siempre seré una mala madre”, “no merezco ser madre” y otros pensamientos parecidos que no tienen fundamento, son ellas las que más duramente se critican y puede que ese hecho las acompañe el resto de su vida. Todos estos pensamientos y emociones deben de hablarse con alguien de confianza para que poco a poco la culpa y sentimientos y sensaciones negativas vayan desapareciendo. Si pasado un año más o menos, los sentimientos negativos no desaparecen, se debería consultar con un psicólogo para superar el aborto.
Cuando un aborto es espontáneo el dolor que provoca en la pareja y, sobre todo en la mujer, es muy intenso. Con la pérdida de ese hijo se evaporan todas las fantasías de vida que se tenían con él y el proyecto de vida se interrumpe. Cuando una pareja o una mujer deciden tener un hijo, el perderlo no entra en su imaginario psicológico, por lo que el dolor que sufre puede ser muy intenso.
Un aborto espontáneo se puede vivir, y de hecho así es en la mayoría de las mujeres que lo tienen, como la pérdida de un hijo y esto es psicológicamente devastador.
Si esto es así hay que dejar que expresen su dolor, que hablen de todo lo que habían pensado sobre ese bebé que iba a venir, que expresen sus expectativas. Hay que entender que están sufriendo y recoger ese sufrimiento.
A veces el entorno, con toda la buena intención, les aconsejan que para qué darle más vueltas, que lo que pasó, pasó, o que tengan otro hijo rápidamente. Esto es un error, porque cada hijo tiene su espacio en la mente de cada madre y padre y necesitan poder elaborar esta pérdida para que cuando se produzca un nuevo embarazo, el hijo que viene sea él mismo y no un sustituto del que se perdió.
Si tienes dificultades en elaborar ese aborto espontáneo o la pérdida de tu hijo, en Psicoveritas sabemos como ayudarte.
Cada vez que veo a mi hijo pienso: “¿Quién dio la vida a quién? Anónimo
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E.C.
Tuve un aborto voluntario de jovencita y después, cuando tuve a mi pareja estable quise tener un hijo. Me sentía tan culpable por lo que hice que no me quedaba embarazada, el médico me recomendó acudir a un psicólogo porque no había nada que justificara que me quedara embarazada. Pude superar el sentimiento de culpa y al cabo de unos meses conseguí el embarazo. Ahora estoy esperando a mi hija y me siento profundamente agradecida a Psicoveritas.
R.G.
Para mí fue muy duro asumir que no podíamos tener hijos por mi culpa, siempre pensé que eso era cosa de mujeres y cuando me enteré que era por algo que había en mi semen, me sentí agredido en mi identidad, sé que es una tontería pero me sentía menos hombre por eso. Con psicoterapia pude superarlo.
C.S.
Esperaba con gran ilusión el nacimiento de mi bebé, y cuando llegó no quería ni verle, me sentía la peor persona del mundo, ¿por qué me pasaba eso?, ¿Era una mala madre? Todas esas dudas se me aclararon y pude ver lo que me pasaba con normalidad y sin culpa. Ahora estoy super feliz con mi bebé.