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Depresión infantil

Igual que en los adultos, los niños también tienen depresiones, pero al no tener los recursos lingüísticos ni psicológicos para expresar lo que sienten lo hacen de forma diferente a los adultos.

La prevalencia de depresión infantil es del 3% de la población infantil.

            Los síntomas que presentan los niños deprimidos son:

  • Bajo estado de ánimo.
  • Irritabilidad, hostilidad o cólera.
  • Molestias o dolores físicos inespecíficos.
  • Cara de tristeza.
  • Mirada hacia abajo, que no se comunica con los demás.
  • Falta de energía.
  • Falta de capacidad para disfrutar con el juego u otras actividades que antes disfrutaba.
  • Sentimiento de culpa.
  • Puede haber aumento de peso.
  • Sentimientos o acciones autodestructivas.
  • Movimiento agitado o inhibido.
  • Dificultades en el sueño.

No tienen por qué darse todos estos síntomas, pero si detectas que tu hijo ha cambiado, que está más triste, inactivo y que no se divierte jugando, puede ser el momento de consultarnos.

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«Los niños necesitan ser felices, no ser los mejores. Anónimo.»

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Testimonios

U.N.

Mi hija de 12 años empezó a estar siempre enfadada y con malos modos después de venir de un campamento de verano. Le preguntamos a los monitores y nos dijeron que no notaron nada raro. Como la situación iba empeorando decidimos llevarla al psicólogo y en Psicoveritas vieron que había habido un abuso sexual. Lo trabajaron con ella y con nosotros y ahora está bien.

C.I.

Mi hijo de 10 años empezó a estar irritado y no dejaba de enfrentarse a nosotros, tuvimos paciencia, pero llegó un momento en que no sabíamos qué hacer. Le llevamos al psicólogo y lo que pasaba es que estaba deprimido por la muerte de nuestra mascota hacía 4 meses. ¡Nunca hubiéramos pensado que estaba deprimido!

T.E.

Hace unos meses, mi hijo de 11 años empezó a estar muy nervioso, no paraba en todo el día, estaba muy inquieto y no podía dormir. Por mucho que le preguntamos no nos decía qué le pasaba, decía que nada o que no lo sabía pero que no podía parar. En Psicoveritas nos enteramos que había un niño en el colegio que se metía constantemente con él. ¡Afortunadamente todo pasó!

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