Abusos sexuales
Según la OMS se considera abuso sexual cualquier tipo de actividad sexual entre dos personas cuando una de ellas no ha dado su consentimiento. Cuando un menor es víctima de abuso, puede estar de acuerdo y no manifestar contrariedad, pero esto no significa que consienta; lo que le ocurre a un niño cuando se abusa de él es que no entiende lo que pasa, se puede quedar como paralizado y dejar hacer, pero nunca, nunca el menor es responsable ni tiene la culpa de lo que pasó.
Cuando un padre abusa de un hijo, este puede entrar en colapso y disociarse para soportar la situación que está viviendo, no puede entender que su padre que es quien le tiene que cuidar le haga “eso”. El niño no tiene capacidad ni recursos para evitar lo que está ocurriendo, sin embargo, casi siempre se sienten culpables por ello. Los agresores, saben muy bien qué tienen que decirles para que “guarden el secreto”.
Los abusos sexuales están debajo de muchas dificultades de los adultos, como dificultad en relacionarse con los demás, incapacidad para tener relaciones sexuales con adultos, aislamiento, trastornos de alimentación, etc.
En algunos casos, las víctimas que fueron agredidas por sus padres en la infancia, siguen siendo víctimas de ellos en la adultez, y no es que quieran consentir, es que entran en el mismo estado de colapso de cuando eran pequeños, sin embargo la culpa que sienten es muy grande y eso les impide pedir ayuda.